martes, 20 de julio de 2010

El viento





He aquí el viento;
la brisa marina sacude
la suavidad de la ola,
el cierzo cabalga por la colina
y baila con la espiga en el llano.
Es el aire que agita las plumas
del pájaro cuando remonta la mañana,
es el aire que lame suavemente la tierra
buscando la sonrisa del lucero desnudo,
la alegría de los enamorados.
Pero… no le castigues, no le llames,
no apartes la mirada de la forja de su ósculo,
o verás su ira levantar el vuelo
sobre la montaña donde descansan las nubes
y navegar por el mar del trueno y las tormentas.
No despiertes su encono impronunciable
o verás como la cólera de un dios aletargado
levanta, por encima de su pecho,
flores y jardines, casas y espejismos.
-¡Dejad dormir a Céfiro en su tálamo de brisa!-

3 comentarios:

  1. Excelencia en tus letras, como todo lo que brota de la fuente inspirada, e inspiradora, de tu alma.

    Saludos,
    Karla Bouvet

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  2. Maravillosas letras Pedro, un gusto siempre es visitarte, esta vez con un poquito más de tiempo para dejarte mi afecto en abrazo.
    (Tu Blog tiene el nombre que escogí para mi tercera hija Dana Sophia)
    Bendiciones en tu camino poeta.

    Maricruz

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  3. Perdoname por favor José, me confundí al querer escribir tu nombre, aquí a mi lado tenía a mi amigo Pedro y se me cruzaron los nombres. Mil perdones.
    Abrazos

    Maricruz

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