viernes, 29 de octubre de 2010

Sigue camiando del libro "Dana, o luz detenida"


No mires atrás, sigue tu camino,
deja en labios pretéritos
la efímera sílaba que quebró tu nombre
Da un paso más, y otro; tu puedes
deja que la huella alimente la escarcha,
escribe sobre los vocablos de cada individuo
que estás aquí, que aún resistes las embestidas.
Vive amigo mío,
deja en tu boca la fiel escultura de un beso,
pues aún te queda en su comisura
los restos de la risa.
Vamos, camina, busca entre tus semejantes
los ojos venideros de la amada,
y cuando respires, que el oxígeno,
cante en tus pulmones.
Y cuando lo hagas, amigo mío, ama con todo tu aliento,
y así, cuando llegue tu hora, sabrás que has vencido.

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