sábado, 5 de febrero de 2011

Las Calles del alba



Tú llenaste mi calle de alba
y cándida, a las aceras, las cubriste de luz;
yo recorrí tu torso desnudo,
desperté de las sombras a tus pechos dormidos
y amaneciste cubriéndome con un beso,
entonces dibujaste encuentros en las bocas
que solitarias libaban a los amantes.
En aquel tiempo todo lo colmaste de risas, mujer,
porque todo tenía tu luz.
-Así eran mis sueños cuando tú los ocupabas-
Tú que llenaste mis calles de alba,
con tu cintura de soles recién nacidos,
con tu voz al viento pronunciando mi nombre,
con las sílabas surgidas para el abrazo;
yo enamorado y cautivo, buscaba tus ojos
y rendía mis labios a la altivez de tu mirada desnuda.
-Así era el amor cuando tú lo llamabas-
Tú que llenaste mi calle de vida
regaste con una lágrima una flor en su destierro,
y llenaste de suspiros la aurora,
-Pues así eras tú cuando en mi calle habitabas

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