De
repente
De repente, tus ojos invadieron la noche,
tus labios surgieron alegres y profundos
bajo las sábanas nocturnas del beso…
De repente, fuiste y no fuiste mía, al mismo tiempo,
escribiste sobre las hojas de los abecedarios,
corregiste el rumbo del verso,
surcaste la tierra con la palabra escrita
y en la vida en que te observo
me entregaste el aire de un suspiro…
De repente, los besos nacieron de tu boca;
deseos en desafío, alientos enamorados,
y versos que se entonaban
sobre el blanco aroma del te quiero…
De repente, todo y tú,
con mis labios en simetría continua,
una voz que te localiza en el viento
y un gemido que te atrapa…
De repente invades la noche…
Y tú, en mi memoria, de repente.
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